Elegido
por un sueño
¿Elegiste tu sueño o fuiste elegido
por él? ¿Elegiste leer este artículo o fue “él” quien te eligió a ti? ¿Aun
crees que es una casualidad que esté en tus manos?
Muchas veces, las personas se
consuelan pensando que los sueños, sueños son; y que está bien que así sea. Y
algún día, con el paso del tiempo, se sorprenden preguntándose: ¿Es esto todo
lo que hay? No permitas que eso ocurra contigo.
Pero hay más.
Ponte metas realmente grandes,
apunta a las estrellas, al centro de la galaxia. Si no llegas, tal vez alcances
la Luna. Tampoco está mal. ¡Ponte un reto duro!
Por alto que apuntes, el tamaño de
lo que te propongas nunca excederá tus posibilidades reales. Si te consideran
un loco, el tamaño de tu sueño es el apropiado. Vas por buen camino. Tómatelo
como un cumplido pero no trates de convencer a nadie, la única persona que debe
estar convencida eres tú. Eres amado, muy amado. El hecho de haber nacido es la
prueba de lo muy amado que eres.
Los sueños se alcanzan a base de
autoconfianza, empuje, compromiso y perseverancia, no de reconocimiento.
Puedes establecer una escala en el
nivel de consecución que vaya desde el “mínimo aceptable” hasta lo que sería un
"resultado de escándalo”.
Un rango bastante amplio.
Toma nota: cuando el cielo quiere
salvar a un hombre, le entrega un sueño. En la naturaleza humana está el soñar
despierto; y el soñador se convierte en su propio sueño cuando lo abraza, se
funde en él... y entonces son una misma realidad. Con estas palabras solo deseo
provocar tu mente a imaginar, imaginar, imaginar...
Descubre quién eres honrando lo que
iluminaría tu vida como ninguna otra cosa. Deepak Chopra, escribió; “¿Quién soy?, eres la totalidad del universo
actuando a través de un sistema nervioso. ¿De dónde vengo?, vienes de una
fuente que nunca ha nacido y que nunca desaparecerá. ¿Para qué estoy aquí?,
para crear el mundo a cada momento”. Vale la pena volver a leerlo.
Y si no estuviéramos aquí, en este
preciso instante, una parte de él se desvanecería como si nunca hubiese
existido. No es una metáfora.
Da
prioridad a lo importante
Algunos se quejan de que lo urgente les impide ocuparse de lo importante. En su equipaje acomodan
primero los "bultos pequeños” y cuando tratan de colocar la “gran maleta”
se dan cuenta que no queda espacio. ¿Por qué no dieron prioridad a lo
importante? Esta situación se repite tantas veces que parece inevitable y se
acepta sin más.
¿Cuál es tu gran maleta?
Los arquitectos de sus sueños
empiezan por lo primero y se ocupan de lo importante.
Pero:
Cuando se pierden en lo urgente,
son bomberos de sus incendios. Al final, apagan muchos fuegos pero no habrán
prendido la hoguera de la pasión. Tal vez se sienten valorados aunque en el fondo
no se sienten valiosos.
Este es mi pequeño secreto para
gestionar las urgencias. Discrimina preguntándote: ¿Esto me aleja o me acerca a mi
objetivo? Déjalo reposar unos días en el cajón. Es curioso. Tras un
poco de tiempo, verás como la prisa se disuelve, el mundo no arde y todos lo
olvidan.
Usa, antes que la experiencia, tu
imaginación para definir qué quieres. Ponte en marcha y pregúntate: ¿Cómo puedo
disfrutar y a la vez hacerlo real? Y después, no te detengas, persevera. Ten
paciencia y sigue insistiendo hasta que suceda. ¿Hay algo mejor que puedas
hacer con tu vida? La perseverancia
compensa cualquier tipo de carencia. “Las grandes obras son hechas no con la
fuerza, sino con la perseverancia”. Una idea muy democrática porque
pone el éxito personal al alcance de todos.
Talento
aplicado
Todos tenemos un talento u otro. Y
todos podemos ofrecer a los demás algo útil y valioso en algún aspecto
concreto. Pero no todos están dispuestos a pagar el precio de desarrollarlo.
¿Puedes creerlo?
Si estás dispuesto a pagar tus
precios, vamos a ver cuál es tu talento natural. Es una buena oportunidad para
averiguar quién eres y de qué material estás hecho. Si no estás dispuesto a
pagar tus precios, tal vez debas leer otros libros antes de este material.
Resulta que las cualidades que
admiras en otras personas son el reflejo de tu propio talento que busca el modo
de expresarse a través de ti.
¿Cómo sino ibas a reconocer una
cualidad en otra persona? Si puedes apreciar en los demás un rasgo es porque lo
posees también. De no ser así, no podrías siquiera verlo. Otro asunto es que la
hayas desarrollado o no.
¿Eres consciente de tus
habilidades? Escucha a tu corazón, pregúntale qué le hace sonreír. Sé un
“explorador” en tu propia vida. Después, desarrolla tu talento singular. Es
algo que te resulta tan sencillo que supones que también lo es para todo el
mundo. Pero que te resulte sumamente sencillo no significa que carezca de
valor.
Pregúntate qué te hace feliz.
Revélate a ti mismo, pasa una jornada explorando los deseos de tu corazón. En
tu corazón habita un sueño.
Late en él. Averigua cual es.
Despréndete de tus temores para ver qué hay detrás y cuando te alinees con tu
propósito, brillaras con luz propia.
“No
intentes convertirte en hombre exitoso, mejor intenta volverte un hombre
valioso”. No es mío, es de Albert Einstein.
Desata el poder de tus dones. Ya
sé, me estoy poniendo filosófico; aun así, desátalo.
Por desgracia, “Llegar a ser bueno
en algo” es la asignatura que más se echa de menos en los planes educativos.
Tengo una pregunta que puede quitarte el sueño: ¿Hasta qué punto quieres ser
bueno?
Tu don natural es un regalo tanto
para ti como para los demás y por esa razón te fue otorgado. Eres la única
persona que puede utilizar tu talento. Pero sólo una de las muchas que pueden
beneficiarse de él. Cuanto más te aplicas a él, más se perfecciona. Incluso
despierta en ti otros talentos relacionados a los que tal vez antes no
prestabas atención. Por desgracia, lo contrario también es cierto: cuando menos
lo usas más se pierde.
La que amas es aquello para lo que
tienes talento. A eso se reduce todo.
Te haré una confesión, yo era de
los que creían que el talento está en los genes, hasta que cambié de opinión.
Las habilidades nunca están "terminadas”, se desarrollan a diario. Por esa
razón, un don se expresa cuando te centras en trabajar en él, no antes. El
talento es un regalo que tú mismo te ofreces cuando creas lo que desea ser
creado a través de ti.
El talento ayuda, pero la
determinación consigue más. Quiero que sepas que los sueños no se construyen a
partir de un golpe de genialidad, sino a fuerza de corazón. Y eso es algo que
todos tenemos. La materia prima de la que están hechos los sueños es amor en
acción, y está a disposición de cualquiera de modo ilimitado.
Déjame ponerlo claro: el éxito es
para los que están dispuestos a hacer lo necesario, aplicando su poco o mucho
talento, durante el tiempo que haga falta. Punto.
No temas prodigarte, no es a ti a
quien corresponde administrar tu talento. De allí de donde proviene, no existe
nada parecido a la escasez.
Si lo dosificas, no lo ahorras; más
bien desaprovechas una oportunidad para extenderlo.
Los cinco pasos (y medio) que
siguen te ayudaran a tomar posesión de tu talento particular:
1. Piensa
en alguien que admires por su talento.
2. Acepta
que ese talento ya está en ti (si no, no le concederías ningún valor).
3. Recuerda
una ocasión en la que expresaste ese mismo rasgo (aunque sea en grado menor).
4. Elije
un contexto para volver a manifestarlo de nuevo.
5. Ponlo
al servicio de los demás y oriéntalo a mejorar sus vidas.
½ Disfruta (y los demás también disfrutarán).
No juzgues el primer resultado, el
talento se perfecciona día a día. Se toma su tiempo. Así es como ha ocurrido en
el cien por cien de las personas que admiras por sus logros. Cuando empezaron,
sus resultados estaban muy por debajo de lo esperado; pero insistieron y
sacaron su talento adelante. Hazlo
tú y te convencerás.
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