La
agenda de tu sueño
Muchas agendas parten de lo pequeño
para llegar a lo grande. De tal modo que no adquieren perspectiva y se pierden
en las tareas del día a día. Los arboles no permiten ver el bosque. Te propongo
lo contrario parte de lo grande y dirígete hacia lo pequeño. Pregúntate: ¿Qué
haría una persona que desea conseguir este objetivo?
Algunas actividades responden al
mandato “¡Debo hacerlo!" y no a “¿Necesito hacerlo?". Pregúntate más
bien: Esta tarea ¿Qué resultado crea? Es sorprendente la cantidad de cosas que
se hacen y que no conducen a nada importante. Y más sorprendente aun es cuanto
esfuerzo se prodiga por hacer bien ¡lo que no se debería estar haciendo!
Tengo una fórmula de cuatro
palabras: ocúpate de lo que cuenta. Lo importante es grande, lo urgente es
pequeño. ¿Exagero? Tal vez, pero dedícale a lo urgente no más de un 20 por 100
de tu jomada laboral. Eso significa una hora y media siendo generoso. ¿Qué
hacer con el resto de "urgencias"?, dejarlas para el día siguiente. Comprobarás
como muchas dejaran de serlo porque en realidad no eran ni siquiera
importantes.
Tengo cuatro buenas preguntas que
te ayudaran a programar tu cita en la cima:
1. ¿Qué
es importante en este momento? Establece tus valores.
2. ¿Qué
es lo que en realidad deseo? Establece tu objetivo.
3. ¿Qué
lo haré una realidad? Concreta tus acciones a corto, medio y largo plazo.
4. ¿Cuáles
llevaré a cabo y cuándo? Especifica tus tareas y asígnales fechas.
Regálate una libreta (mi
herramienta favorita). Anota en ella tus logros para poder releerlos a menudo,
por pequeños que sean. Escribe cosas que hayas conseguido en cualquier aspecto
de tu vida, ya sea profesional 0 personal. Escribe también tu siguiente desafío
y conviértelo después en tareas dentro de tu agenda.
Una de las cosas que reduce el
nivel de eficacia es mantener muchos temas abiertos sin concluirlos. Es
agotador no acabar las cosas empezadas. Analogía informática: cuando abres
muchos programas y archivos en tu ordenador el rendimiento baja notablemente.
De modo parecido, cuando la mente
mantiene diferentes unidades de atención abiertas hace que el rendimiento
descienda, incluso puede llevar al colapso. Mi sugerencia es: cierra cuantos
más temas mejor para concentrarte en tu siguiente paso.
Cuando trabajes, concéntrate en lo
que hagas. No aceptes distracciones. La palabra clave es concentración. Un solo
proyecto sobre la mesa, el más importante. Hay sitio de sobra en los es para el
resto... invierte tiempo en lo extraordinario y retírate de lo ordinario.
Ahora, ¿Sabes cuáles serán tus tareas de mayor valor?
Realiza las tareas incomodas antes
que las cómodas, porque una vez realizadas, disfrutarás más de la jornada. Y
cuando abordes las tareas incomodas, descubre un modo de disfrutar de ellas.
Un proyecto tiene dos tiempos el
"tiempo vertical" y el "tiempo horizontal". El primero es
la parte del día que te ocupa. El segundo, los días que te toma concluirlo. En
buena lógica, a mayor tiempo vertical, menor tiempo horizontal. Y viceversa.
Y algo más: tu tiempo horizontal puede
transcurrir en dos sentidos: hacia delante o hacia atrás. Si te ocupas en tu
propósito, avanzas. Si lo que haces te aleja de él, retrocedes. En inglés, la
palabra vivir -Live- si se escribe al
revés —Evil— significa "mal”.
Juego de palabras: el mal esta en vivir la vida al revés.
Ya que menciono la vida revés, en
el libro A través del espejo de L.
Carroll, Alicia escucha a la Reina afirma:
“Aquí como ves, necesitas correr con todas tus fuerzas para permanecer en el
mis sitio. Si quieres ir a otra parte, tienes que correr al menos el doble de
deprisa”. Así pues, tu decide, ¿Deseas avanzar a la velocidad de una bicicleta
—10 km/h— o a la velocidad de un jet
1,000 km/h?
Acción
inmediata
Si elegiste este libro entre tantos
como se publican cada año tal vez se deba a que sientes que ha llegado el
momento de vivir una gran aventura. Si es así, nada más inevitable. Y sin
embargo podría ocurrir que desconozcas por dónde empezar. ¿Qué tal si empiezas
por el principio, sigues por el medio y acabas por el final?, como se le
recomienda a Alicia, en el País de las Maravillas.
Muchas personas (la mayoría)
esperan el "momento perfecto" para pasar a la acción, aguardan a que
todo encaje, que llegue su año propicio, o que los astros se alineen... y así
se les pasa la vida esperando una “Señal” que nunca llega. Esta es una
propuesta potente:
Vive la aventura, no la sueñes.
No hace falta que lo sepas todo
para empezar pero si es necesario que empieces. Una acción revela la siguiente
acción, un paso el siguiente y una cosa lleva a otra. Un día cada vez es
suficiente.
Esta es la Constitución del cosmos:
pasa a la acción inmediata.
Por el momento, olvídate de conocer
de antemano los pasos que te conducirán a tu cima. Se revelará en su justo
momento, ni un minuto antes ni uno después. Por ahora, basta con "estar
dispuesto a hacer lo necesario cuando sea preciso el tiempo que haga
falta".
Hay algo mágico en la acción y es
que cuando actúas piensas mejor. Yo suelo practicar lo que llamo meditación en
movimiento. Hago deporte porque el ejercicio me ayuda a crear o solucionar
asuntos importantes. No se trata de pensar más, sino de pensar mejor.
Las personas que manifiestan sus
deseos, y que permiten que los milagros ocurran a través de ellas, actúan. Se
levantan y hacen cosas, se ponen en movimiento. La acción es muy satisfactoria
en sí misma. Por el contrario, las personas que piensan más que actúan sucumben
bajo el peso de su propia mente. He comprobado que ¡Pasar a la acción trae
mucha suerte!
Una vez en movimiento, por la ley
de la inercia, mantener la velocidad requeriré un esfuerzo mucho menor. Un
avión comercial consume la mayor parte de su combustible en la maniobra de
despegue; una vez ha alcanzado los ocho mil metros, mantener su velocidad de
crucero supone un consumo comparativamente ridículo.
Actúa ahora éste es el momento
ideal.
No
importa si nunca lo inteste, ahora es ahora
Como estoy seguro ya sabrás que
resultados pasados no condicionan resultados futuros a menos que insistas en
hacer lo de siempre con lo cual no obtendrás nada diferente.
Ahora es ahora, entonces era
entonces.
Empieza en este momento, no
dispones de otro.
A los humanos nos gusta repetir
comportamientos. Incluso acentuarlos cuando han demostrado sobradamente que no
funcionan. ¿Cuántas veces has repetido lo que falló una primera vez? ¿Y una
segunda vez? ¿Estás dispuesto a probar lo que nunca has intentado?
Tu mayor tarea en este momento
consiste en hacerte cargo de tu vida y recuperar tu poder personal. Nadie va a
darte tu poder, tú tendrás que extraerlo de tu interior. Nómbrate
"Director General" de tu vida y toma las primeras decisiones
ejecutivas. Es hora de olvidarse de lo
que fue o de lo que siempre ha sido, para centrarte en el qué a
partir de hoy.
He conocido a personas que
ignoraban que su anhelo tenía como fin último la transformación de la
conciencia... ¡a través de la práctica! Como se resistieron a convertirse en
alguien mejor, ellos mismos se negaron su propio deseo.
Cuanto mayores son los cambios
externos deseados, mayor la transformación interior para lograrlos. El
paradigma “de dentro afuera" —todo cambio externo se inicia después de un
cambio interno— ya nadie lo discute aunque muy pocos lo tienen en cuenta. La
transformación no está en tierras extrañas sino en uno mismo.
Aplicar "El Método de los
Deseos Cumplidos" va a requerir todos tus recursos internos. Si sientes
que aún no cuentas con esa fuerza interior, concédete tiempo y reúnela.
Precisarás una gran dosis de autoconfianza para pasar de tu actual realidad a
la nueva.
El trapecista suelta un trapecio y
se lanza al vacío en busca del siguiente trapecio. Durante unos instantes no se
sujeta a nada salvo a su confianza. En los grandes cambios de la vida hay un
tiempo en el que lo anterior ya no está y lo nuevo aún no se ha manifestado. Es
un tiempo en el que parece que nada ocurre. Se parece mucho al vacío, pero es
un vacío con potencial.
Durante ese periodo de
incertidumbre la transformación personal está garantizada.
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