jueves, 23 de febrero de 2012

Un recorrido en los inicios de la Psicología.

Parte 3 de 3.   Por Manuel Morin… 
Sea cual fuere la teoría en que se base el trabajo que haces con un experto en terapia, los puntos que realmente propician el cierre de asuntos pendientes o inconclusos son:
Primero, que salgan los hechos, los recuerdos, aunque estos sean difíciles de aceptar (aclarar la figura y separarla del fondo). Permitirte recibir ayuda de un terapeuta que te lleve del inconsciente al consciente. Que te lleve al presente dónde estás y de donde realmente puedes hacer algo. Que te lleve a donde está todo lo que te afectó, donde se encuentra todo lo que viviste que fue doloroso y traumático de tal forma que identifiques aquello que reprimiste y dejaste “escondido”.
Segundo, que aceptes que todas esas experiencias fueron reales; sí, a ti te sucedieron, ¿puedes vivir sin emitir juicios? Entenderás que tú no fuiste culpable y podrás iniciar un trabajo de cierre para perdonar y perdonarte y experimentar cómo fluye nuevamente la energía por tu vida, sentir cómo todo inicia y termina. Habrás dejado de lado lo pendiente, lo que te bloqueaba y lo que no te permitía experimentar con totalidad tu vida.
Tercero y último, que trabajes con el material que surja para que lo resuelvas. Trabajar significa tener una disposición abierta para descubrirte y que te descubran; iniciar el proceso de cierre de todo lo que te ha afectado y después aprender a vivir espléndidamente adaptándote al cambio y aceptándote.
Quiero darte algunos ejemplos de cómo repercuten en tu vida las experiencias no resueltas.
¿Qué afectó tu autoestima que no te permite aceptarte y romper el miedo de amar? ¿Por qué sientes que no lo mereces? ¿Aceptas tus preferencias sexuales? ¿Quién te sobreprotegió de pequeño? ¿Cuáles eran las actitudes de tus padres hacia la homosexualidad? ¿Había juegos del agresivo y víctima en tu familia? ¿Tendía tu familia guardar secretos entre sus mismos miembros que se referían a sucesos del pasado? ¿Qué no te permite salir del closet” y aceptar lo que eres?
¿Tienes imágenes borrosas de manipulaciones a tu cuerpo por parte de parientes o figuras significativas cuando eras niño? ¿Vives relaciones saludables? ¿Cómo te sientes en ellas? ¿Sientes que en ti hay siempre un vacío, como si te hubieran quitado algo? ¿Y esto no permite que te relaciones con intensidad afectiva? ¿Sientes que te pueden dañar si te aman?
¿Eres agresivo con tus hijos y después te sientes culpable? ¿Repites las agresiones de las que fuiste objeto? ¿De repente maltratas a tu pareja y no sabes por qué dañas a lo que más amas? ¿Tiendes a somatizar, inventas enfermedades y además de repente las vives? Pregúntate, ¿siempre has permitido que pasen por encima de ti? ¿Sientes resentimiento y no te permites expresarlo por temor a tu agresión y mejor la volteas hacia ti, porque es más fácil dañarte que expresar todo el odio contenido?
¿Sigues culpándote por el hijo perdido y abandonas a otros hijos o los sobreproteges por la fantasía que tienes de que algo malo les pueda pasar? ¿Intentas romper tus relaciones para pagar la culpa de no haber hecho lo suficiente por salvar a esa persona que perdiste y amabas profundamente?
¿Cuándo fuiste pequeño te hicieron creer que no valías? ¿Te comparaban, te hacían menos y te descubres queriendo ser el mejor que todos aún a costa de tu salud? ¿En ocasiones quieres estar por encima de los demás? ¿Eres criticón y piensas que nadie hay mejor que tú y que todos son unos tontos? Y cuidado con que alguien piense lo contario porque está en contra de ti, es un enemigo porque él no puede llegar a ser como tú de bueno.
¿Quieres que le siga? podría darte tantos como personas conozco.
¿Ya te cayó el veinte?, quiero decirte que es posible resolver lo pendiente, claro que es posible haz un intento genuino y podrás liberarte de todo esto:
Sin la toma consciencia no hay nada, ni siquiera conocimiento de nada.

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