miércoles, 24 de febrero de 2016

Segunda parte de “El método de los deseos cumplidos” (Artículo 3)


La Visión crea la Misión
Si aún no sabes en que consiste tu propósito más elevado (misión), tu corazón no tardara en descubrirlo, porque el simple hecho de sostener este libro ya refleja tu intención de entregarte a ella. Los que leen este libro son líderes de su vida, de otro modo no lo habrían adquirido ni se sentirían atraídos por su contenido.
Ahora, imagina una vida “ideal” para, digamos, los próximos cinco años. Diseña en tu mente todos los detalles. ¿Qué aspecto tiene? ¿Cómo sería? imagina un día tal que cuando llegue, puedas mirar hacia atrás y no reconozcas la persona que fuiste cinco años antes.
Acabas de crear tu visión, y tu misión consistirá en hacerla realidad.
       Tu Visión es la imagen mental de tu misión. Los ojos ven, la mente visualiza. El poder está en la mente, no en los ojos. Sostener la visión de lo que deseas es un acto creativo. Aprovecha el poder de la visualización, porque es una de las herramientas más poderosas con las que cuentas. Tu visión canaliza y dirige un poder más grande que el tuyo.
       Tu Misión es el desafío de descubrir quién eres en realidad; o mejor dicho, la persona que puedes llegar a ser. Refleja tus más altos valores, y honrarla te conduce al pleno significado. Exprésala por escrito para darle su primer aliento de vida. Tu misión constituye tu más elevado propósito para tu bien y el de todos los demás.
Sostener en todo momento la visión de tu misión te motivara y te inspirara ante las dificultades. Todos deberíamos nutrir la visión de la vida que deseamos.
Las personas líderes de sí mismas sostienen la visión de su misión.
Piensa, vive y actúa como la persona que ya ha logrado su sueño y activarás la emoción asociada. Esa emoción actuará como el punto de atracción de tu sueño y lo creará en la realidad. Lanza un “rumor” sobre tu futuro, extiéndelo, y aguarda a que te llegue de nuevo convertido en tu oportunidad. Es decir, “actúa como sí…” compórtate como si lo que deseas ya hubiera sucedido.
Algunas personas olvidan su sueño. Pronto pierden de vista su misión. Subieron a un bote con el fin de alcanzar la otra orilla. Pero en medio de las vicisitudes del trayecto creyeron imposible su anhelo de alcanzar la otra orilla. Ahora las velas permanecen plegadas. Y mantenerse a flote es el único objetivo. En eso se va toda la energía. Y mientras, nunca llegan a ninguna parte... Esta es una historia tan triste como frecuente.
Espero que no sea tu caso.
Todos deberíamos entregarnos a una misión para satisfacción propia y el mayor beneficio de todos. Y nadie debería vivir una vida con la que no conecta. ¿Te imaginas un mundo en donde todos amaran aquello a lo que dedican su vida? ¡Qué sencillo sería vivir en medio de tanta satisfacción!


Declara tu propósito más elevado. Tu misión en la vida. Tu llamado.
       La primera razón por la que una persona no consigue sus anhelos se debe a no haberlos definido como misión.
       La segunda razón es no haber tomado compromiso alguno.
       La tercera, creer que basta con solo desearlo.
Imagina que estas participando en mi seminario básico de PNL “Creando el Futuro”…y que en ese entorno de estímulo mutuo te pido que escribas tu propósito más elevado en el reverso de tu tarjeta de presentación. El poco espacio te obligará a concretar. Imagina cómo te sientes una vez lo has declarado por escrito. Ahora, ¿Te gustaría compartirlo con otros? En un lado de la tarjeta tu nombre y en el otro tu misión. Genial.
Supón que pasa el tiempo y lo escrito es una realidad. ¿Cómo te sentirías? En resumen: escribe todo lo importante para ti. La escritura es muy poderosa. Hoy sabemos que el lenguaje, más allá de describir la realidad, literalmente la crea. La clave está en "pensar por escrito” (delante del papel).
Escribe tus valores. No me cansaré de insistir en que los valores personales constituyen la prioridad de las prioridades. Sobre ellos se apoyan la misión y la visión de una vida realizada.
Ya tienes una misión.
Puedes retocarla, pero en lo esencial permanecerá inalterable. Más tarde podrás ampliarla, redefinirla, modificarla, pero en lo fundamental no cambiará. Está abierta a enmiendas, como la constitución de un país, sin embargo su espíritu se mantiene inalterable. ¿Deseas convertirla en el eje de tu vida?
Un ejemplo de misión (la mía). ¿Verdad que querías un ejemplo real de misión?
"Aprender constantemente las mejores técnicas de desarrollo personal, Coaching y PNL. A través de: introspección, entrenamiento, cursos, libros, conferencias, audios, videos, experiencia directa, etc... Y compartir con sencillez lo aprendido para impactar positivamente en la vida de cuantas más personas mejor y así ayudarlas a expandir su conciencia, aumentar su potencial, alcanzar el bienestar y sus sueños.
De lo que se deduce:
       No escribo libros ni imparto cursos, “desarrollo universos que conducen a las personas alcanzar el bienestar y el éxito”.
       No imparto seminarios de motivación, "comparto experiencias vivenciales que el alma no olvida”.
       No ofrezco consultoría terapéutica o Coaching, “libero talentos adormecidos para producir sueños”
       Y lo principal, mi misión sostiene una visión: un mundo mejor.

El escultor Henry Moore dijo algo que me hizo pensar: "El secreto de la vida está en tener una tarea, algo en que poner el alma. Y lo más importante es que debe ser algo que sea imposible de hacer”. Esta pregunta es para ti:
¿Qué te parece hoy imposible que si pasara de pronto a ser posible cambiaría por completo tu vida?
¿Sabías que las personas estamos programadas para cierto nivel de éxito? incluso tenemos programaciones sobre la cifra de dinero que podemos manejar o ganar. Suena increíble pero es verdad. Por encima de cierta cantidad cuesta imaginar algo más grande.
En mi seminario intensivo “Las Creencias: el poder de crear o destruir”, revisamos los apatrones mentales” sobre todos los limites. Y pido a los asistentes que suban sus expectativas: ¡Que disparen a las estrellas! El entusiasmo se apodera del salón cuando los participantes comprenden que un patrón mental siempre se puede cambiar.
Repasemos ahora tu misión para comprobar su solidez. Te ofrezco doce pautas (y media) para su enunciación:
1.     Incluye verbos de acción.
2.     Formúlala en término positivos.
3.     Conságrala al servicio de los demás.
4.     Enfócate en lo deseado. No en evitar lo no deseado.
5.     Ahorra palabras innecesarias o redundantes.
6.     Construye frases cortas y evita palabras ambiguas.
7.     Incluye fechas y plazos de cumplimiento.
8.     Al explicarla, que se entienda.
9.     Sé concreto y específico se resume en pocas frases.
10.  Que esté al servicio de tus valores más importantes.
11.  Que sea ecológica con el resto de tus valores.
12.  Es manejable por ti, es posible y es ambiciosa.
½    Te divierte, te apasiona.
Durante esta jornada únicamente debes ocuparte de qué deseas y no de cómo lo conseguirás, a eso ya llegaremos.
Escribir tu propósito es solo el primer paso. Lee lo escrito. Escucha como suena en tu propia voz y advierte cómo te sientes cuando lo declaras.
Una vez has establecido tu propósito más alto, lo que equivale a establecer un compromiso contigo, todas las decisiones y acciones que tomes deben encajar. Vivir de acuerdo con tu misión ayudará a elegir entre lo que se te ofrece a cada momento. Elegir es sencillo cuando utilizas la pregunta:
¿Mi elección me acerca o me aleja de mi propósito de vida?

 NOS LEEREMOS MAÑANA JUEVES.

Fraternalmente Manuel Morín 

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